Son burbujas que aparecen en algunas fotografías, responden a nuestras acciones y preguntas con movimientos inteligentes, y en su interior contienen estructuras biológicas, como si fueran organismos unicelulares. Algunas veces en su interior aparece algún rostro humanoide, generalmente de grandes ojos y eximia nariz y boca. Hay de varios tipos muy característicos.
Algunos se parecen bastante al aspecto del Sol fotografiado en ultravioleta. Otros, parecen platillos volantes. A veces son serpentinas luminosas, o rayos brillantes como tubos de neón, pero casi siempre invisibles al ojo humano. En muchas ocasiones son globos oculares en negativo. Pueden ser de varios colores: celestes, rojos, rosados, verdes... abundando el blanco. Sus tamaños van desde partículas a inmensas bolas de varios metros de diámetro.
Cuando son visibles, en su proximidad puede oírse un zumbido eléctrico, y si se tocan pueden deslumbrar la visión con un fogonazo como de luz diurna. Dicen que pueden manipular los aparatos eléctricos. A veces, en avistamientos diurnos, tienen apariencia de bolas metálicas, por lo que se las ha confundido con misteriosas naves espaciales.
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